En el sur de Asia, un médico que también es misionero se ha dedicado por años a atender pacientes terminales, a quienes también lleva a los pies de Cristo por medio de la predicación y posteriormente en los bautismos.

Spencer Jones, ha trabajado por años con pacientes terminales, al lado de su esposa Kathryn, quien también es misionera en la Junta de Misiones Internacionales; ellos han contribuido con los tratamientos de muchos de sus pacientes.

Maiah y su esposo Yeshe Myat, ambos ancianos, eran una pareja que no podía costear sus gastos de exámenes y quimioterapia, así que los misioneros decidieron costear sus gastos para ayudarles con su salud y un poco más allá, su salud espiritual también.

En tres años de tratamiento, los misioneros pudieron compartir con la pareja y por ellos pero no lograron que estos se convirtieran a Cristo y dejar sus creencias budistas, pero un examen les cambió su percepción de todo.

Hace pocos meses, unos exámenes de la anciana mostraron que el cáncer se extendió en todo su cuerpo, situación que hizo que ellos llamaran a los médicos para arrepentirse de sus pecados y a definitivamente creer en Jesús.

La pareja de ancianos les comentó que el único apoyo que han recibido es el de los médicos, no solo a nivel monetario o de salud sino a nivel espiritual también, ya que su propia familia les dio la espalda en pleno proceso de enfermedad y solo le dijeron que “debía reencarnarse en una vida mejor”.

“Pero ustedes, seguidores de Jesús, nos están cuidando y ni siquiera son nuestra familia. ¿Por qué harías eso?», dijo su esposo Yeshe.

El amor que la pareja de misioneros les brindó a los ancianos hizo que aceptaran a Cristo y semanas después fueran bautizados para dar testimonio público de su fe en Jesús.

Semanas después, Spencer y Kathryn regresaron a EE.UU, su país de origen, felices de que hayan podido ayudar a salvar un alma.

“Puede que nunca volvamos a ver a Maiah en esta tierra, pero la volveremos a ver en el cielo”, testificó Kathryn.