El nuevo triunfo de la comunidad pro vida está celebrando que alrededor de 20.000 bebés fueron salvados de morir por la interrupción de un embarazo, todo un hito para quienes defienden la vida.
A través del movimiento “40 Días por la Vida”, el cual consta de vigilias y ayunos pacíficos en las afueras de las clínicas abortivas, se pudo conocer que el viernes pasado se contabilizó el total de vidas salvadas desde que comenzaron con estas acciones en 2007.
La información brindada por Live Action detalló que exactamente 20,368 bebés fueron salvados, 114 clínicas abortivas han cerrado y 229 abortistas renunciaron a esa manera de ejercer la medicina.
Asimismo, lo que más destacó mucho antes de conocer el resumen es que esta campaña durante el otoño de 2021 salvó a seis pares de gemelos y un par de trillizos, y con esa acción tres abortistas renunciaron a sus empleos y varias clínicas cerraron también.
Además, Shawn Carney, quien dirige el movimiento, dice que otros 70 bebés también fueron salvados en 612 sitios de vigilias en varias partes del mundo; destaca que ya se inició una campaña de oración por los bebés en Corea del Sur.
Y aunque se llegue a pensar que las clínicas solo cierran en ciudades o países pro aborto, se ha logrado que en Chicago, Londres y Seattle también se clausuren varias debido a las campañas hechas en este mismo año, contó Steve Karlen, director de la campaña.
«Estamos ganando. Estamos ganando porque Planned Parenthood en la última década ha cerrado el 36 por ciento de sus ubicaciones. Hemos visto en los últimos 25 años la mitad de todas las instalaciones de aborto cerradas y quebradas”, expresó Karlen.
Uno de los testimonios más impactantes fue el de un hombre que casi se suicida en Ciudad de México después de enterarse que su novia tuvo un aborto, y fue uno de los participantes de la vigilia llamado Hugo quien lo vio y lo ayudó, pues el hombre había estado por horas intentando quitarse la vida sin recibir ningún tipo de ayuda externa.
«Salió de su casa esa noche con la intención de que fuera la última vez que salía de su casa, y de camino al destino donde se iba a quitar la vida, vio a Hugo en la calle, de rodillas, orando por el fin del aborto», dijo Karlen.