Jue. Nov 21st, 2024

Desde 1962, la Corte Suprema de Estados Unidos prohibió la oración patrocinada por la escuela en las instituciones públicas, diciendo que viola la Primera Enmienda.

Esto impidió por mucho tiempo que estudiantes rezaran y compartieran su fe, incluso durante eventos deportivos, actividades académicas o actos protocolarios.

El pasado 16 de enero, durante el Día de la Libertad Religiosa (#NationalReligiousFreedomDay), el presidente Donald Trump anunció una orden ejecutiva que proporciona una nueva guía con respecto a la oración en las escuelas públicas.

“Es el comienzo del fin de la guerra contra la fe”, dijo ante esta decisión el Dr. Robert Jeffress, pastor principal de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, Texas, durante una entrevista en Fox news.

Precisamente, el jueves 16 de enero Trump recibió a un grupo de estudiantes y maestros cristianos, judíos y musulmanes, religiones que han sido discriminadas por expresar su fe en la escuela, y firmó la nueva guía.

Cientos de usuarios de redes sociales apoyaron la decisión de la Casa Blanca, entre ellos el orador Jentezen Franklin, quien compartío un video en el que Trump asegura que “es una decisión importante y especial para mí y para los que me rodean. Anunciamos una guía histórica para proteger la Primera Enmienda, es una regla necesaria para empoderar esta práctica”.

“Es totalmente inaceptable. Lo ves en el campo de fútbol. Lo ves tantas veces, se les impide rezar a los estudiantes, y estamos haciendo algo para detener eso”.

-DONALD TRUMP

Esta medida permitirá que estudiantes puedan orar, leer la biblia y compartir su fe en la escuela pública, siempre y cuando se encuentren fuera de las actividades académicas. Además, protege la libertad de expresión y pensamiento de quienes comparten una fe distinta a la que profesan la mayoría de los ciudadanos.

El pastor Jonathan Morris, sin duda una de las voces más importantes del cristianismo en Estados Unidos, señaló durante la entrevista en Fox News que “también ha habido un fuerte impulso para hacernos pensar que de alguna manera la separación de la iglesia y el Estado significa que tenemos que ocultar nuestra fe”. “No es estadounidense ni constitucional”, agregó.

Además de esta decisión sobre las oración en las escuelas, el mandatario estadounidense tomó medidas en nueve agencias federales, publicando las reglas para garantizar que organizaciones religiosas (no importa de qué orientación) no sean discriminadas por el gobierno federal.

La oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca también se comprometió a ordenar a agencias federales que garanticen en los estados los derechos y las prácticas religiosas de los ciudadanos.