Todos necesitamos perdón. Sin embargo, con demasiada frecuencia tratamos el perdón como si fuera opcional, cuando en realidad, es un requisito previo para crecer en nuestra fe. En esta serie de 5 días, descubriremos la esperanza y la verdad desde distintos relatos bíblicos sobre el perdón a medida que lo recibimos para nosotros y lo extendemos a los demás.
¿Qué es el perdón, y por qué es difícil?
Cuando nacemos tenemos tanto para aprender. Debemos aprender a hablar, caminar, y escribir, entre muchas otras cosas. Pero nadie tiene que enseñarnos cómo hacer lo malo. No hay ninguna clase que tengamos que tomar que nos muestre cómo ser egoístas, lastimar a otros, o arruinar relaciones. Sabemos cómo desobedecer a Dios y pecar en contra suya desde el momento en que nacemos.
Eso significa que cada uno de nosotros necesita del perdón que Dios ofrece. Las maravillosas noticias es que Dios provee una manera para que todos nuestros pecados (pasados, presentes y futuros) sean alejados de nosotros. Todo lo que debemos hacer es decir sí a la gracia salvadora ofrecida mediante la muerte de Jesús en la cruz. El amor de Dios por nosotros es extravagante, y Él ama llenarnos de él. Una forma en que lo hace es extendiendo su perdón hacia nosotros. Es increíblemente simple, pero no siempre es fácil de conseguir.
Entonces, ¿Qué es el perdón?
Es una elección.
Es soltar el resentimiento.
Rinde nuestro deseo de venganza.
¿Por qué es tan difícil perdonar?
Pensamos que no le hace justicia a nuestro dolor.
No podemos parar la herida, que invade nuestros pensamientos.
Pensamos que los pecados de otros son peores que los nuestros.
¿Qué ocurre cuando somos perdonados?
Recibimos un regalo inmerecido.
Tenemos la oportunidad de ofrecer este regalo a alguien más.
Podemos comenzar de nuevo.
¿Qué ocurre cuando perdonamos a otros?
Nos es quitado el corazón amargado.
Se nos da paz mental.
Obedecemos a Dios.
Una última cosa a saber acerca del perdón es lo que no es. Cuando alguien nos hiere, perdonar no significa que esa persona no debe dar cuentas, ni que ignoramos lo que hizo. No significa pretender que la herida nunca ocurrió, que aprobamos lo que hizo, o pensar que en realidad podemos olvidarlo. El perdón simplemente significa dejar ir, continuar, y no permitir que eso dicte nuestras vidas.
Cuando permitimos que la falta de perdón tome raíz en nuestros corazones y crezca para transformarse en un producto amargo, nunca experimentaremos la libertad en nuestros corazones. Para crecer y madurar en nuestra fe, necesitamos perdonar a otros.
En los próximos días de este Plan, descubriremos la esperanza y la verdad en distintos momentos bíblicos que hablan del perdón, y que nos ayudarán aceptarlo y dárselo a otros.
Isaías 55:8-9VersionesIdiomas de la BibliaSpanishCambiar idiomaEse capítulo no está disponible en esta versión. Por favor, seleccione un capítulo o una versión diferente.
Isaías 55:8-9
- Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
S. Juan 3:16-17
- 16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Colosenses 3:13
- 13soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otrosEf. 4.2. si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros
Efesios 1:7
- 7en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecadosCol. 1.14. según las riquezas de su gracia,