Sáb. Nov 16th, 2024

Haití ha sufrido por segunda vez uno de los peores terremotos de su historia, este ha sido igual de devastador que el primero, pero muy por encima del dolor de muchos los habitantes afirman que “Jesús es lo único que les queda”.

Con una magnitud de 7.2, el sábado todo Haití se estremeció desde los cimientos, agravando la crisis humanitaria que ya había desde el último terremoto de 2010.

El número de muertos ya asciende a 1.419 y los heridos ya casi llegan a los 7.000, Defensa Civil y los equipos de rescate todavía buscan entre los escombros a los sobrevivientes.

37.000 casas fueron destruidas, y con ellas iglesias y también escuelas; los hospitales están abarrotados y hay escasez de suministros médicos para atender a todos los heridos.

La ciudad más afectada, Les Cayes, las familias aún siguen buscando a sus parientes y los restos de pertenencias dentro de los escombros; algunos compran la única comida disponible que hay: plátanos, agua y aguacate.

Muchos de ellos están agradeciendo a Dios por haberlos protegido del terremoto, otros se fueron a orar dentro de las ruinas de las iglesias que aún quedan en el lugar.

«Solo tenemos a Jesús ahora. Si no fuera por Jesús, no habría estado aquí hoy», expresó Johanne Dorcely, de 58 años, ella perdió toda su casa.

El estado de emergencia fue declarado por todo un mes, con el fin de poder recuperar a los supervivientes a toda costa.

«Lo más importante es recuperar a tantos supervivientes como sea posible de los escombros. Nos enteramos de que los hospitales locales, en particular el de Les Cayes, están llenos de heridos y fracturados», dijo Ariel Henry, primer ministro de Haití.

Países como EE.UU ya autorizaron una respuesta inmediata con el fin de enviar ayuda humanitaria a Haití a través de USAID (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional); eso se encargará también de evaluar los daños y su posterior reconstrucción.