El Distrito anunció que el plan de reapertura de colegios y universidades será progresivo y seguro. Bogotá comienza el camino hacia el regreso de las clases presenciales de jardines, colegios públicos y privados e instituciones de educación superior. El principio general de la reapertura educativa es que en 2020 la presencialidad no será obligatoria, es decir, está en manos de los padres y las familias decidir si sus hijos vuelven o no a clases. En caso de que decidan enviarlos habrá protocolos, pilotos y conductos regulares; y en caso de que no, las instituciones deberán seguir garantizando la educación virtual.
“Las encuestas indican que, en promedio, un 20 por ciento de los padres han manifestado su voluntad e interés para acceder a un retorno. Ese 20 por ciento debe tener la garantía de que se les preste el servicio de educación. El 80 por ciento que dice que no tiene que mandarlos”, aseguró la alcaldesa Claudia López, durante el anuncio del llamado plan GPS: reapertura gradual, progresiva y segura.
El GPS, discutido con expertos, autoridades sanitarias y algunos representantes del sector educativo, contempla un cronograma de reactivación, unos procesos de inscripción y unas reglas de juego. Cada estrategia es diferente, dependiendo de si se habla de un colegio público, un colegio privado o una institución de educación superior.
Tenga en cuenta que a los estudiantes que vivan con personas con factores de riesgo (adulto mayor, comorbilidades, etc.) se les recomienda evitar presencialidad. Para maestros que tengan comorbilidades y riesgos, el regreso tampoco será obligatorio.
Ahora, un requisito vital es el monitoreo de la salud de la comunidad educativa. Si una persona siente síntomas, debe aislarse (incluso sin haberse hecho la prueba). Y si en la institución se detectan dos o más casos de covid-19, deberá hacerse la debida notificación a la autoridad para activar el seguimiento en salud.