El gremio se encuentra preocupado por la inseguridad en las calles de la ciudad.
En Medellín las alarmas están prendidas con la inseguridad que viven los taxistas, que en sus propias palabras se han convertido “en el cajero electrónico de los delincuentes”.
“Un delincuente necesita plata y no es sino ponerle la mano a un amarillo y ahí tiene plata, mínimo 100 mil pesos porque al menos le quita el celular”, relató a EL TIEMPO Diego Castro, taxista hace más de 30 años en Medellín y quien manifestó su preocupación por el tema.