Jue. Abr 11th, 2024

Dihidrocodeína bitartrato: Qué es, para qué sirve y otros usos.

La dihidrocodeína bitartrato es un medicamento que sirve para aliviar al tos seca. Sin embargo, además de que es utilizada en el tratamiento sintomático de la tos seca, no acompañada de mucosidad, tiene otros usos.

Según la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios, este fármaco actúa sobre el centro de la tos situado a nivel medular. La dihidrocodeína pertenece al grupo de medicamentos llamados antitusígenos que sirven para tratar la tos.

Contraindicaciones de la dihidrocodeína

En primer lugar si una persona es alérgica a dihidrocodeína, xus sales o a alguno de los demás componentes de este medicamento no lo puede tomar.

Además está contraindicado para personas con problemas respiratorios como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), depresión respiratoria (respiración lenta o con fuerza insuficiente) o ataques agudos de asma.

Tampoco lo pueden recibir personas en estado de coma (estado grave de pérdida de consciencia), mujeres en el tercer trimestre del embarazo y durante el periodo de lactancia materna y niños menores de 2 años.

En las droguerías la dihidrocodeína bitartrato se puede conseguir como Paracodina y tiene dos presentaciones para administración oral, en jarabe y gotas.

La dosis adecuada de dihidrocodeína es diferente para cada paciente. Sin embargo, las dosis más frecuentemente recomendadas son:
1 ó 2  cucharaditas, tres veces al día o 20 a 30 gotas 4 o 5 veces al día.

Para  niños: Media cucharadita para niños de 2 a 5 años o hasta 1 cucharadita para niños entre 6 y 12 años tres veces al día o 2 a 3 gotas por año de edad 4 o 5 veces al día.

No se recomienda el uso de dihidrocodeína en niños prematuros ni en menores de 4 meses.

Pero si su médico le ha indicado otra dosis distinta, no la cambie sin consultar con él.

¿Qué otros usos tiene la dihidrocodeína?

La dihidrocodeína bitartrato tiene otros usos, además de aliviar la tos. También sirve para calmar el dolor (produce analgesia), al reducir los efectos de las endorfinas (moléculas que intervienen en la transmisión del dolor) que se encuentran en el cerebro y en la columna vertebral.

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