Vie. Abr 12th, 2024

La historia de Broadway tiene su museo en el corazón de Nueva York.

Además de sus rascacielos y sus museos, Nueva York no se entendería sin sus teatros ni musicales como Cabaret, Hair, Cats, El fantasma de la ópera o El rey león. A partir de ahora, toda la historia de este género se puede contemplar en un nuevo museo en el corazón de Broadway, epicentro de la vida teatral de la Gran Manzana.

No obstante su colosal oferta museística y de musicales, hasta ahora no había un lugar dónde aprender sobre la historia de una de sus industrias culturales más famosas y que ha contribuido a la identidad neoyorquina.

Situado a unos pasos de Times Square, uno de los epicentros del turismo y de los principales teatros neoyorquinos, acaba de abrir el Museo de Broadway, al lado de la sala más antigua de la ciudad. A precios que van de los 43 a los 53 dólares, y a lo largo de tres niveles, el museo más joven de la ciudad hace un recorrido por más de 200 años de historia de este género.

Una barra de bar con su gramola de discos de ‘West Side Story’ (1957), un campo de maíz donde se desarrollaba ‘Oklahoma’ (1943), la psicodelia donde explosionó ‘Hair’ (1968) o un pedacito de selva por donde deambula Simba en ‘El rey león’ (1997) son solo algunos de los ejemplos de este museo cuidado hasta el último detalle.

Por supuesto, el paseo por la historia de los musicales viene acompañado de multitud de objetos recuperados de todos los teatros que han contribuido a dar vida al género: la lámpara de ‘Aladino’, una chaqueta original de ‘West Side Story’, máscaras de ‘El fantasma de la ópera’, la peluca que vistió el personaje de ‘Evita’ o el candelabro con que se iluminaban ‘Los miserables’. Hay además cartas manuscritas, guiones originales o grabaciones de audio de los autores que dieron estatura al género, como Andrew Lloyd Webber, Bob Fosse, Stephen Sondheim, Leonard Bernstein… autores que a su vez revolucionaron una forma de hacer las cosas y abrieron nuevos terrenos para los musicales.

“Nos apoyamos en los hombros de los que nos precedieron”, dice una de sus creadoras, Julie Boardmann, productora de profesión y ganadora de dos premios Tony, que junto a la publicista Diane Nicoletti ha dedicado cinco años a concebir y dar forma al nuevo museo.

En el recorrido a través de carteles de musicales, tocadores de viejas glorias, zapatos, trajes originales, sombreros o la reconstrucción de una cafetería de un antiguo teatro, el visitante vive una experiencia “inmersiva e interactiva”, explican las creadoras.
Algunas salas se detienen en algunas de las obras que han marcado la historia del musical, como ‘El fantasma de la ópera’, el que más tiempo ha permanecido en cartelera en la historia de la ciudad; ‘El rey león’, ‘The Wiz’, ‘Rent’, ‘Hair’, ‘Show Boat’. En total, el museo repasa más de 500 producciones desde los años 1700 hasta nuestra época.

Asimismo, ofrece al espectador una pincelada de cómo se produce un show en Broadway.

De hecho, el recorrido termina en una reconstrucción de lo que podrían ser las bambalinas de cualquier musical, donde está recreado con mucho realismo todo el mundo de tramoyas que sostiene estas obras: sogas, escaleras de tijera, cables, apuntes pegados en la pared o focos de colores, y junto a ellos, camerinos donde se maquilla a los artistas o pianos donde ensayar las obras. De forma que al salir a la calle –previo el paso por la tienda-museo– uno tiene la impresión de haber transitado por uno o varios espacios de magia.

En contexto, el recorrido ofrece una completa mirada de la evolución del género musical, nacido como un género frívolo y de evasión hasta que se erige como un pequeño universo donde la música y el baile no impiden que puedan tratarse temas religiosos (‘Jesus Christ Superstar’) o políticos (‘Hamilton’, ‘Cabaret’), o algunos tan trágicos como la epidemia del sida (A’ngels in America’).

Y claro, con estas temáticas, también se termina contando la propia historia de Estados Unidos durante el siglo XX: la explosión creativa de entreguerras, los años de la ley seca, la llegada de los negros al mundo de Broadway en papeles que no fueran de meros subalternos, la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles, la epidemia del sida… todos esos fenómenos han tenido una o varias obras dedicadas.

El ‘alma’ de la ciudad

“Queríamos asegurarnos de celebrar el hecho de que Broadway forma parte de la cultura y la historia de Nueva York”, matiza Diane Nicoletti.

Una de las primeras visitantes del museo, la australiana Connie Edwards, de 61 años, dice: “No puedo creer que no hubiéramos tenido antes” un museo como este en una ciudad donde los musicales son su “alma”.

Broadway, sus musicales y su teatro en general “le dan su sabor, su cultura y su alegría” a esta ciudad que sin ellos sería como cualquier otra, asegura esta amante de los musicales.

Tras dos años de pandemia de covid-19 que supusieron el peor embate que ha sufrido esta industria en su historia, los espectáculos de Broadway empiezan a llenarse de amantes del teatro y la música.

Según datos de la Liga de Broadway, el portal oficial de la industria del teatro de este distrito, en total, en noviembre pasado asistieron 272.232 personas a alguno de los 34 espectáculos que había en cartelera, frente a los 214.681 del 2021.

De hecho, algunos de los musicales más populares, como ‘El fantasma de la ópera’, de Andrew Lloyd Webber; el ‘MJ: the Musical’, con música de Michael Jackson, o ‘Hamilton’, de Lin-Manuel Miranda, mostraron un lleno absoluto. A ellos se suman & ‘Juliet’, ‘Aladino’, ‘Hadestown’, ‘Wicked’, ‘The Music Man 2022’ o ‘El rey león’, que rozaron el aforo lleno, en una señal de que el público, que ya no está obligado a llevar mascarilla para protegerse del virus, ha vuelto a disfrutar de los espectáculos en la Gran Manzana.

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