Cada año, al menos 29.000 menores son diagnosticados con cáncer en Latinoamérica.
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en la niñez y la adolescencia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, cada año, se le diagnostica la enfermedad a unos 400.000 niños, niñas y adolescentes entre 0 y 19 años.
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “en la región de las Américas y el Caribe, se estima que al menos 29.000 niñas, niños y adolescentes menores de 19 años resultarán afectados por el cáncer anualmente. De ellos, cerca de 10.000 fallecerán a causa de esta enfermedad”.
El cáncer infantil comprende numerosos tipos de tumores diferentes que se desarrollan en este grupo de población. Los tipos más comunes son la leucemia, el cáncer cerebral, el linfoma y los tumores sólidos como el neuroblastoma y el tumor de Wilms. Por lo general, en el cáncer infantil no existe la prevención primaria, ni detección mediante cribado.
Al respecto, Agustín Contreras, presidente de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología Pediátrica, advierte sobre la importancia de la detección temprana del cáncer infantil y sus posibles signos de alerta, “por ejemplo, las manifestaciones de riesgo en las leucemias, habitualmente se presentan por medio de decaimiento, palidez, sangrados, fiebre, dolores en los huesos y/o articulaciones, cojera. Ya si se trata de tumores en la cabeza o en el sistema nervioso central, el paciente puede tener vómitos y cefalea; un paciente que se despierta con dolor de cabeza es una manifestación de que algo está sucediendo”.
Un dato interesante es que en los países de ingresos altos, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en muchos países de ingresos medianos y bajos la tasa de curación es de aproximadamente el 20 por ciento.
Las defunciones evitables debidas a los cánceres infantiles en los países de ingresos medianos y bajos se producen a consecuencia de la falta de diagnóstico, los diagnósticos incorrectos o tardíos, las dificultades para acceder a la atención sanitaria, el abandono del tratamiento, la muerte por toxicidad y las mayores tasas de recidivas.
“El cáncer infantil tiene una tasa de supervivencia del 80 por ciento en general. El más frecuente es la leucemia linfoblástica aguda, que tiene tasa de supervivencia del 90 por ciento en países de altos ingresos y en nuestro país está entre un 55 y 60 por ciento que puede variar de acuerdo a la ciudad. Esto está relacionado con el acceso o las barreras que pueden tener algunos pacientes, por múltiples determinantes”, explica Contreras.
Según investigaciones de la OPS, el impacto del cáncer infantil se traduce en años de vida perdidos, en mayores desigualdades y en dificultades económicas.
Así estamos en Colombia
Entre el 2 de enero del 2020 y el 1º de enero del 2021, la Cuenta de Alto Costo registró que en Colombia, se notificaron 7.801 menores de 18 años con algún tipo de cáncer.
El número de casos nuevos reportados fue de 879, lo que representa una disminución del 7,47 por ciento con respecto al periodo 2020, en el que fueron informados 950 casos.
En este mismo periodo, según la entidad, se reportaron 397 muertes en la población pediátrica.
La población masculina concentró el mayor número de casos nuevos reportados y prevalentes, con el 54,27 por ciento y el 55,84 por ciento, respectivamente. La región Central y el régimen contributivo agruparon la mayor cantidad de niños diagnosticados con cáncer.
En cuanto a la carga de la enfermedad por el cáncer infantil, en el marco del aseguramiento se estima que por cada 1.000.000 de habitantes menores de 18 años se reportan 61,3 casos nuevos y 543,5 casos totales o prevalentes.
Las cifras de la Cuenta de Alto costo revelan que tanto en los niños como en las niñas, el tipo de cáncer más frecuente fue la leucemia linfoblástica aguda, seguido de los tumores del sistema nervioso central y del ojo, y el linfoma no Hodgkin.
Según la entidad, de manera consistente con lo observado en años previos, los tipos de cáncer antes mencionados continúan teniendo la proporción de muertes reportadas más elevada.
¿Qué hacer ante un diagnóstico?
El cáncer es una patología que afecta a la familia entera y cambia por completo las dinámicas familiares, al menos de manera temporal.
Recientemente, María Catalina Quintero, médico con énfasis en Bioingeniería de la Universidad de la Sabana, máster en Oncología Molecular, había mencionado que “el soporte y la psicoeducación, permiten mitigar el impacto psicológico y favorecer la adaptación durante el curso de la enfermedad, tanto a los niños como a sus familiares y cuidadores”.
Por su parte, María Alejandra Bravo, médico especialista en Medicina interna, Hematología y Oncología Clínica, aseguró que “el ambiente ideal para un paciente con cáncer es dentro de un grupo multidisciplinario que aborde su salud en totalidad, incluida la salud mental y emocional. Un buen grupo de psicología oncológica, psiquiatría, nutrición, dolor y cuidado paliativo, son algunas de las especialidades fundamentales para brindar apoyo al paciente oncológico y sus familias durante su proceso de enfermedad. Existen encuestas en calidad de vida en cáncer que han logrado establecer la importancia de estos aspectos en los desenlaces favorables de estas patologías”.
Es muy importante que los padres y cuidadores tengan claridad sobre la enfermedad del paciente, pues esto permite dar pautas para cuando el niño hace fiebre o tenga alguna manifestación de urgencia, y así consultar de manera rápida, determina el doctor Contreras. El especialista enfatiza que, “es fundamental la presencia de los cuidadores, porque ellos son quienes permiten la consulta rápida del paciente, así como el control y cumplimiento de la terapia de manejo de la enfermedad”.