Este viernes, 19 de enero, Francia amaneció con temperaturas inferiores a los 10 grados bajo cero tras las nevadas de los dos últimos días. Por lo tanto, ha conducido al cierre de algunas escuelas y a restricciones al tráfico.

En el entorno de la ciudad de Amiens (noroeste), el termómetro bajó a 9 grados bajo cero, la apertura de los colegios se había dejado a la apreciación de los propios centros escolares.


En Normandía (noroeste) suspendió el transporte escolar en los departamentos de Eure y Sena Marítimo. En el interior de esa región, se constataron temperaturas de hasta 14 grados bajo cero.

La Prefectura (delegación del Gobierno) de Cantal (centro) también anuló el transporte escolar y la circulación de camiones en diversos ejes carreteros. Incluso cerró el tráfico en la autopista A75 (que conecta Clermont Ferrand con Béziers) en varios tramos de ese mismo departamento de Cantal y en los de Puy-de-Dôme y Haute-Loire, a su paso por el Macizo Central.

En el departamento de Aisne (norte), la Prefectura impuso igualmente restricciones a los camiones y limitó la velocidad máxima en las autopistas a 130 kilómetros por hora, en lugar de 110 (90 en lugar de 110 para los vehículos pesados).

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En el de Isère, en los Alpes, los camiones no podían circular por las autopistas.

La compañía ferroviaria estatal SNCF había advertido de que los trenes regionales (TER) en Hauts-de-France, región limítrofe con Bélgica, iban a funcionar de forma irregular hasta el sábado, y que sus autobuses no entrarían en servicio hasta este viernes por la tarde.

Más allá de los 2 grados bajo cero en París, los termómetros bajaron a -6 en Le Bourget (a una docena de kilómetros al norte de la capital), -7 en Lille (norte) o -11 en Beauvais (noroeste). Más hacia el sur, las temperaturas también eran negativas en grandes ciudades como Lyon (-1) o Burdeos (-1).