S&P mantiene la calificación de Colombia pero cambia la perspectiva a negativa
La agencia S&P Global Ratings mantuvo la calificación crediticia de Colombia en BB+; sin embargo, cambió su perspectiva de estable a negativa.
Lo anterior como resultado de una perspectiva de crecimiento por debajo de lo esperado. La proyección del gobierno, en el mediano plazo, es que el PIB crezca alrededor del 3 por ciento.
“Nuestra perspectiva es negativa porque una confianza de los inversores potencialmente débil y persistente, que afecta la inversión del sector privado, puede presentar riesgos para nuestras expectativas de que el crecimiento del PIB vuelva a su tendencia de poco más del 3% en los próximos dos años“, aseguró la calificadora de riesgo.
Y añadió: “El bajo crecimiento puede indicar una menor resiliencia económica y, en ausencia de medidas correctivas, podría contribuir a un deslizamiento fiscal o mayores vulnerabilidades externas”.
Ante ello, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que junto con los planes de reactivación económica que está diseñando el Gobierno se mejorará el perfil crediticio del país y se continuará con el desempeño óptimo de la política económica.
La advertencia de S&P Global Ratings
S&P Global Ratings advirtió que si el crecimiento sigue por debajo de sus expectativas podrían rebajar la calificación durante los próximos dos años.
“También podríamos bajar la calificación si se produjeran déficits de cuenta corriente mayores a los esperados, si empeora el ya débil perfil externo o si un deslizamiento fiscal inesperado contribuye a unas finanzas públicas más débiles”, sentenció la calificadora.
Escenarios para no tocar la calificación
Por el contrario, dijo que la calificación podría estabilizarse durante los próximos 12 a 24 meses si percibe menos riesgo para la tendencia esperada de crecimiento, junto con medidas de política que mejoren la situación.
“Un sector exportador más grande y diverso, que contribuya a reducir las exportaciones y fortalecer la resiliencia económica también podría ayudar a estabilizar la calificación”, resaltó.
¿De qué dependen las perspectivas de crecimiento a largo plazo?
Según la calificadora, las perspectivas de crecimiento a largo plazo dependen, en gran medida, de acelerar su ritmo moderado de construcción de nueva infraestructura física para reducir costos y estimular la diversificación de las exportaciones.
“Las debilidades institucionales y los desafíos políticos han retrasado muchos proyectos”, critica.
Igualmente, dice que el crecimiento depende de gestionar la transición de la producción de hidrocarburos a la energía renovable.
“Sigue habiendo incertidumbre sobre los detalles de la estrategia a largo plazo para alejarse de la producción de hidrocarburos, que genera el 40 por ciento de las exportaciones totales y el 20 por ciento de la inversión extranjera directa (IED), y ha representado entre el 10 y el 20 por ciento de los ingresos del gobierno central en años recientes”, resalta.