“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”
-SANTIAGO 3.5
Santiago, el hermano de Jesús, escribió en su epístola una gran verdad: Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
Los cristianos estamos llamados a usar nuestra boca para bendecir, no para contaminar a otros. Proverbios 18:21 dice que “en la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto”.
Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.
-EFESIOS 4:29
Nuestras palabras pueden destruir a alguien en el trabajo, en la casa, la iglesia. ¿Cuántos líderes políticos o cristianos se han metido en serios problemas por no dominar su lengua?
Las palabras dan vida o muerte, y esto no se refiere a algo místico, como que mis palabras tienen la capacidad de crear o atraer cosas (como lo creen quienes practican la programación neurolingüística y el marketing neuronal), sino que mis palabras determinarán nuestras relaciones con los demás, nos traerán confenación o bendiciones.
La invitación para este inicio de semana es utilizar las palabras adecuadas, que edifiquen, que den alegría, que den confianza, que dejen huella y acompañen.
Descubre todos los episodios de A Solas con Jesús y haz parte de este espacio de crecimiento espiritual.