Sáb. Dic 21st, 2024

Una joven cristiana originaria de Nigeria le da la Gloria a Dios por permitirle escapar con vida luego de haber sido secuestrada por el grupo terrorista islámico radical Boko Haram.

De acuerdo con la información proporcionada por The Christian PostJoy Bishara fue una de las 276 niñas nigerianas secuestradas de su escuela, ubicada en Chibok, en el año 2014.

Durante la conferencia de prensa realizada el pasado martes por International Christian Concern (ICC), en la que anunciaron los premios Perseguidor del año 2021, la chica contó su traumática experiencia.

«Estábamos todos durmiendo y mi amiga me despertó», dijo. «La miré y me volví a dormir. Pero ella me tocó y me despertó por segunda vez, así que escuché y el suelo temblaba y pude escuchar disparos fuera de la puerta».

La joven le preguntó a su compañera sobre lo que estaba ocurriendo, a lo que ella solo pudo responderle que los terroristas de Boko Haram habían llegado al lugar.

Mientras ambas oraban y clamaban a Dios por la protección de sus familias, un hombre vestido de uniforme militar entró y les pidió que despertaran al resto de las chicas que allí estaban.

Un grupo de hombres armados se encargó de reunir a todas las niñas, y luego de un rato, según el relato de Bishara, éstos comenzaron a disparar al aire, intimidando a las menores, diciéndoles que las matarían y que nadie podría ayudarlas.

Eventualmente, los militantes de Boko Haram saquearon el suministro de alimentos de la escuela y prendieron fuego a varios de los edificios de la institución.

La sobreviviente contó que los terroristas las obligaron a arrodillarse para decir sus últimas palabras, pero que en ese momento varios camiones llegaron. Los hombres que estaban en los vehículos les dijeron a las niñas: «Quien quiera vivir debe subir al camión».

Eligiendo la vida, Bishara se subió a uno de los camiones como la mayoría de sus compañeras. Cuando el vehículo comenzó a acelerar, fue cuando ella decidió «hacer un pacto con Dios».

En la conferencia, la joven reveló que le pidió al Señor: «Por favor, permítame ver a mi familia una vez más y prometo seguirte por el resto de mi vida».

Sorprendentemente, Bishara comenta que Dios respondió a su oración de manera casi instantánea, pues uno de los camiones parecía haberse averiado, por lo que varios de los terroristas se dispusieron a arreglarlo. Si bien era una oportunidad, estaba consciente de que era una muy arriesgada.

«Así que todo fue aterrador y estaba decidiendo si saltaba, si no y una voz en mi cabeza estaba luchando con otra voz que decía: ‘Si saltas, te vas a morir’. Y el otro dice, ‘Salta’, así que tuve que decidir si saltaba o no», razonó ella.

«Terminé llegando a la conclusión de que incluso si salto y luego me lesiono o muero, al menos mis padres me encontrarán aquí o mi cadáver y me enterrarán sabiendo que estoy muerto, en lugar de ir con estas personas y nunca estar visto nunca más», dijo más adelante.

Así que armándose de toda la valentía que tenía, saltó del vehículo y comenzó a correr, algo que hizo durante toda la noche.

Bishara está convencida de que la oración fue la respuesta a su supervivencia, porque clamó a Dios y ella está segura de que fue Él quien le ayudó.

«Creo que la voz que decía, ‘Salta, estarás bien’, era la voz de Dios», recordó.

La joven corrió hasta que llegó a un camino donde se encontró a varias de sus compañeras de la escuela, quienes también habían saltado de alguno de los camiones. Juntos le pidieron ayuda a un granjero, quien las llevó de regreso a Chibok.

Luego de escapar de las garras de Boko Haram, la cristiana nigeriana llegó hasta los Estados Unidos, donde según Newsweek, se graduó de Canyonville Christian Academy en Oregon y también pudo asistir a una universidad en Florida.

Hoy cuenta su terrible experiencia para mostrar cómo es la vida de los cristianos perseguidos a causa de su fe y como la oración tiene el poder de salvar vidas, cuando se deposita toda la confianza en el Señor.