En tiempos tan convulsionados a nivel político, económico y social, ser sabio, diligente y aprovechar bien el tiempo no es una opción sino una necesidad.
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
EFESIOS 5.15-17
“Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”, escribió Pablo. Los cristianos estamos llamados a aprovechar los días malos para aprender de ellos lo que debemos mejorar.
Dios nos quiere tratar en nuestro carácter, en nuestros dones y talentos para sacar beneficio de las situaciones adversas.
Esto hace parte de la voluntad de Dios, por eso, andemos con diligencia y seamos sabios. No vivamos como si fuéramos ajenos al mundo espiritual y las promesas de Dios. Él nos ayuda a caminar de victoria en victoria.
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