“O vas con todos nosotros”, replicó Moisés, “o mejor no nos hagas salir de aquí”. Éxodo 33.15
Cuántas veces tomamos decisiones contando con Dios. Él tiene un plan perfecto para nosotros, y al darle la espalda y no buscar en oración su guía, nos perdemos del privilegio de experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Los cristianos tienen libre albedrío para tomar decisiones. Podemos soñar, trazar planes, llevar a cabo nuestros propios proyectos. Sin embargo, estar por fuera de la soberanía de Dios nos puede meter en serios problemas, ¿no es así?
En cambio, cuando consultamos obedientemente a Dios qué quiere de nosotros y a dónde nos quiere llevar, su presencia (su Espíritu) nos acompaña para siempre, lo que trae éxito, gozo, paz.
Este famoso pasaje bíblico nos muestra una actitud de madurez espiritual: depender de la voluntad de Dios.
“O vas con todos nosotros o mejor no nos hagas salir de aquí”, dijo Moisés.
Aquí Moisés le pide a Dios ayuda para guiar al pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida, le pide una señal que le permita saber que Él lo respalda en su trayecto.
El Señor, en su amor, le asegura: “Mi presencia irá contigo, y yo te daré descanso“. Sí, la clave de una vida en paz y gozosa es estár dentro de los planes de Dios.
La razón por la que Dios le dice esto a Moisés se encuentra un par de versículos más adelante: “por cuanto has hallado gracia ante mis ojos y te he conocido por tu nombre” (Éxodo 33.17).
Somos sus hijos. Dios ha decidido darnos un nuevo proyecto de vida alejado del pecado y la perdición eterna. Él quiere bendecirnos en gran manera, pero pide de nosotros confianza, como el hijo que se lanza a los brazos de su padre sin temor a caer.
El Señor tiene un plan para tu vida y está dispuesto a caminar contigo, ¿lo estás tú?
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