“El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él”, Juan 14.21.
La clave para vivir en el poder y el favor de Dios es tener un deseo genuino y sincero de atesorar su Palabra en nuestro corazón.
Una de las manifestaciones de amor hacia Dios es leer la Biblia y vivir conforme a sus enseñanzas. Y esto no por rutina u obligación, sino porque la Palabra es un manual de vida, lleno de sabiduría y consejo, con la que podremos crecer espiritualmente y ser prósperos.
El que ama a Jesucristo será amado por el Padre, dice Juan, y ser amado por Dios es la mayor bendición existente, nada nos faltará, todo saldrá bien.
No solo eso, al ser amado por el Padre, Jesucristo se “manifestará” a nosotros, y crecerá entonces en nosotros el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, fe, mansedumbre, perseverancia…
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