Mar. Nov 19th, 2024

La gran encrucijada de Hidroituango si no cumple fecha de operación pactada

Un millonario dilema enfrenta EPM ante la recomendación de expertos de realizar unas pruebas adicionales en la obra, que podrían retrasar la entrada en operación del proyecto energético, prevista antes del 30 de noviembre. El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, quien reveló que se deberían hacer esta pruebas, había dicho que la fecha estipulada para prender la primera turbina era el 15 de noviembre y la segunda, el 30 de ese mismo mes.

Pero, la semana pasada advirtió que si se realizan las pruebas recomendadas por expertos, se incumplirían esa fechas, que fueron pactadas con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg). La fecha de inicio de la megaobra, que promete generar el 17 por ciento de la energía del país, ya ha sido modificada en dos ocasiones: primero se dijo que arrancaría el 26 de julio y luego, el 15 de octubre.

Seis transformadores van en las dos primeras unidades de generación. 

Foto: 

Jaiver Nieto / EL TIEMPO

Las pruebas adicionales 

El pasado 21 de octubre visitaron la obra la ministra de Minas, Irene Vélez; la de Medioambiente, Susana Muhamad, y Javier Pava, director de la UNGRD, y allí se instaló un puesto de mando unificado (PMU) permanente, el cual evaluará a detalle las pruebas adicionales que EPM recomendaría hacer si tuviera tiempo adicional y cuál es la instancia que permitiría avanzar con las pruebas sin incurrir en sanciones.

Sobre esto, el alcalde Quintero anunció ayer que el PMU decidió crear un comité técnico para actualizar la circular 032 de 2019. “Esta circular será aprobada en el PMU de la próxima semana lo que permitiría a EPM realizar las pruebas adicionales como medida de precaución”, dijo el alcalde.

Asimismo, agregó que el board de expertos que hace parte del proyecto recomendó que se realizaran dichas pruebas para evitar contratiempos como lo ocurrido en 2018.
“Una junta de directores internacionales hace unas recomendaciones que son importantes, pero no obligatorias. EPM recoge estas sugerencias y las lleva al PMU para su evaluación y que determine cuántas hay que hacer”, contó el mandatario local.

Dichas pruebas, agregó Quintero, podrían tardar desde una semana hasta dos meses. Lo que no queda claro es que si la modificación de esta circular 032 de 2019 le da más tiempo al proyecto para hacer las pruebas necesarias y no incumplir la fecha de obligación en firme que tiene.

¿Qué dice la Creg?

El presidente ejecutivo de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), Jorge Valencia, le dijo a EL TIEMPO que la entidad no ha recibido a la fecha de manera formal, por parte de Empresas Públicas de Medellín (EPM), una comunicación oficial en la que se soliciten los dos meses que mencionó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero.

Y explicó que para el caso puntual que vive Hidroituango, la normatividad que aplica está consignada en la resolución 194 del 2020, un documento que les permitió a todas aquellas plantas que tenían problemas en sus procesos constructivos comenzar a cumplir la generación sin terminar totalmente el proyecto, sino de forma parcial, con algunas unidades, plazo que para esta central vence el 30 de noviembre.

Alejandro Lucio, director de Óptima Consultores y experto del sector, señaló que la regulación es muy clara y que en subastas pasadas del cargo por confiabilidad ha habido proyectos que no estuvieron a tiempo y a los cuales se les ejecutó la garantía bancaria que aportaron y se les quitó el ingreso anual que esperaban recibir de dicho cargo cada año, como pasó con esta planta en el 2019.

Para Hidroituango, la garantía puesta hoy es de 160 millones de dólares. Inicialmente fue de 80 millones de dólares, correspondientes al ingreso anual proveniente del cargo por confiabilidad, pero al hacer uso de un año de holgura que da la regulación, los agentes deben duplicarla, según explica por su parte Alejandro Castañeda, director de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg).

Es decir, que si Hidroituango no entra en noviembre, no solo se le ejecuta la garantía, monto que en las cuentas de Lucio llega a 200 millones de dólares si se incluyen factores de indexación, sino que EPM deja de recibir 80 millones de dólares anuales.

Se espera que las unidades 3 y 4 entren en operación en 2023.

Foto: 

Jaiver Nieto / EL TIEMPO

Abastecimiento de energía

Desde el punto de vista de abastecimiento de energía, el país está cubierto hasta el período que va de diciembre del 2023 a noviembre del 2024, que son las obligaciones que se asignaron en el 2021 para los siguientes dos años.

Y si Hidroituango no entra a tiempo, en el corto plazo existe la energía firme con las plantas existentes más los proyectos entrantes, como los de este año, entre ellos el cierre de ciclo de Termocandelaria con 350 megavatios de capacidad y Tesorito 2 con 200 megavatios.

Pero según Castañeda, cuando se mira el 2025, el país se ve apretado en su balance de energía, por lo cual se requiere convocar una subasta del cargo por confiabilidad en el primer semestre del 2023, con el fin de tener mayor tranquilidad desde el 2025 hacia adelante. Sin embargo, Alejandro Lucio señala que no ve el panorama tan claro si en los próximos años llega un fenómeno del Niño, debido no solo a que la demanda de energía está creciendo por encima del nivel histórico, sino porque además hay otros proyectos retrasados, entre ellos los eólicos de La Guajira, que no generarán antes de diciembre de 2024.

En el momento en que entra Hidroituango se vería un efecto positivo tanto en contratos bilaterales como en la generación diaria en la bolsa de energía

Entre tanto, desde el punto de vista de las tarifas, Castañeda dice que es un asunto complejo de mirar, ya que el atraso de Hidroituango se viene descontado desde hace varios años, pues se le han venido dando largas desde el 2019.

“En el momento en que entra Hidroituango se vería un efecto positivo tanto en contratos bilaterales como en la generación diaria en la bolsa de energía”, añadió.

William Giraldo, vicepresidente de proyectos de Generación de EPM, confirmó que en efecto, si el último día de noviembre no se ponen en funcionamiento las dos primeras de las ocho turbinas de Hidroituango, EPM tendría que pagar.

“Así pongamos en operación las dos turbinas antes del 30 de noviembre, eso no quiere decir que no siga el riesgo, si en 2023 no entran las turbinas 3 y 4 también nos toca pagar”, aseguró Giraldo, quien confirmó que las directivas de EPM están gestionando ante el Ministerio de Minas un aplazamiento de esta fecha para evitar el impacto económico que esto conllevaría.

Buscan probar la estabilidad

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, dijo que se trata de pruebas de máquinas y de estabilidad de la montaña. “Creemos que no solo hay que hacer pruebas a las máquinas, sino también a la estabilidad de la montaña“.

En los últimos dos años se ha estado reforzando la obra y creemos que está más fina que antes, pero queremos estar seguros para garantizar la estabilidad”, expresó el alcalde.

Sin embargo, desde EPM han sido herméticos en precisar cuáles son los detalles de las pruebas.

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