Jue. Jul 25th, 2024

Partidazo: Millonarios danzó, ganó y frenó; América dio batalla, 4-3.

Millonarios se dio un baile de los que más le gustan, un baile de tocata, de golazos, de chilenas, de aplausos, de coros, de fiesta. Tuvo una pareja que estuvo a la altura, un América que prometió más de lo que logró, pero batalló hasta el final. Millonarios ganó con una nueva muestra de buen juego, y aunque frenó en el remate, ganó bien: 4-3, en un partidazo.

La orquesta la hizo sonar Mackalister Silva, como de costumbre. A su ritmo, Millonarios danzó en la grama. Fue un Millonarios que incluso tuvo adversidades, para demostrar que este equipo también sabe remontar. América pegó el susto con una iluminación: una jugadota de Adrián Ramos, que se autohabilitó, con Llinás como testigo indefenso, y luego hizo el pase atrás para que Facundo Suárez, a los 22 minutos, definiera y pusiera la ventaja para el escarlata.

América se lleno de confianza, pero el problema es que a Millonarios le sobra. El equipo de Gamero no entró en pánico, no sabe de eso, lo que sabe es tocar y mirar para adelante.  Y fue así como se fue en busca del rápido empate. No cualquier empate, Mackalister casi pinta una obra de arte con una chilena que tuvo que ser gol, era lo justo con su acrobacia, pero no, la pelota se fue por arriba, cerca. Desde las tribunas, con ese gol cantado que no fue, se presentía que este Millonarios pasaba de largo.

El empate llego rápido. En el juego aéreo, otra de las armas escondidas de este equipo. Un tiro de esquina, Llinás peina la pelota hacia atrás, y Arias la esperaba y contorsionándose para no fallar impactó y anotó el 1-1 en 31 minutos. Entonces el equipo azul ya se quitó toda presión, si es que la tenía.

Ya era cuestión de minutos para que una nueva jugada de gol naciera en esos pies. Silva apareció, lo que no hizo de chilena lo hizo con una exquisita asistencia a Leonardo Castro que inventó su propio truco, un tacón genial, y fue gol, el 2-1 para delirio en Bogotá.

Millonarios vs. América.

Foto: 

Néstor Gómez / EL TIEMPO

Millonarios se fue al descanso con autoridad. Supo venir de menos a más, supo aplacar los ánimos del América, que fue perdiendo la intensidad.

Partidazo hasta el final

En la segunda parte Millonarios no permitió que América resurgiera, lo liquidó con el tercer gol, o eso parecía, en los pies de Silva, que no se iba a ir para la casa sin su festejo personal, y definió muy bien a pase de Cortés. El Campín vibraba, azul, feliz.

Millonarios vs. América.

Foto: 

Néstor Gómez / EL TIEMPO


Y faltaba otro golazo, el de Cortés, que aprovechó la falla defensiva, una terrible confusión de los centrales,  y acomodó la pelota a un rincón imposible para Novoa, 4-1. Parecía goleada, pero no. 

América logró recortar la distancia, 4-2, fue Facundo el que se arrastró para conectar un centro rastrero y anotar con más ganas que estética, nada de nervios, pensaban en las tribunas azules, quedaban menos de 10 minutos para el final, pero ya en el descuento apareció Quiñones para meter toda la presión con un golazo: bañó al portero embajador casi desde mitad de cancha, y 4-3…

Millonarios pasó del baile a la tensión, pero sus errores finales no se pagaron tan caro, no le alcanzó al América para la épica. Eso fue todo para un partidazo que no debió terminar,

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