Se inicia el proceso electoral de EE. UU.: 5 claves para entender las primarias en Iowa
Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 comienzan oficialmente este lunes, cuando los republicanos del estado agrícola de Iowa se dirijan a gimnasios escolares y bibliotecas públicas para deliberar sobre quién debería convertirse en el candidato de su partido a la Casa Blanca.
Este estado del Medio Oeste, de tres millones de habitantes, está orgulloso del inusual sistema de “caucus” o reuniones partidarias que emplea para determinar cuántos delegados representarán a sus respectivos candidatos en las convenciones nacionales partidarias de nominación, en el verano boreal.
Estas son las claves del proceso.
1. ¿Qué es un caucus?
En un caucus, los participantes muestran físicamente su preferencia por determinado candidato al reunirse con otros votantes de ideas afines en un lugar designado de una sala, en marcado contraste con la confidencialidad que supone una cabina de votación.
La votación, en la que participan miembros registrados del partido, se realiza por etapas.
Para los demócratas, los candidatos normalmente necesitan el respaldo de al menos el 15 por ciento de los votantes presentes para calificar para una segunda vuelta.
Los partidarios de los candidatos que no alcanzan ese umbral tienen tres opciones durante una segunda vuelta, que se realiza de inmediato.
Pueden trasladarse a otra parte de la sala para apoyar a otro candidato finalista; pueden intentar persuadir a sus compañeros para que les ayuden a impulsar a su propio candidato a superar el obstáculo del 15 por ciento; o pueden no votar.
El procedimiento es similar para los republicanos, aunque entre ellos no existe un umbral mínimo que los candidatos deban alcanzar para obtener delegados.
Los defensores de esta peculiar costumbre la elogian por su carácter participativo.
2. ¿Por qué se inicia el proceso en Iowa?
En la gran mayoría de los estados de la Unión, los partidos Republicano y Demócrata celebran elecciones primarias para determinar qué candidatos se quedarán con los delegados de esos estados.
Pero durante el ciclo de 2024, siete estados albergarán asambleas electorales de al menos uno de los dos partidos principales durante el invierno y la primavera boreales.
Los observadores políticos miran atentamente a Iowa, ya que los resultados en este estado (que desde la década de 1970 ha programado que las votaciones sean las primeras del calendario político del país) a menudo influyen en los resultados de las primarias y los caucus siguientes.
Eso significa que el tamaño y la eficacia de las primeras operaciones de los candidatos en Iowa son importantes para su éxito a largo plazo, a pesar de los relativamente pocos delegados electorales que están en juego allí.
3. ¿Este sistema tiene algún problema?
La participación comunitaria requerida en un caucus no es apreciada de la misma manera por todos: algunos votantes se sienten desanimados por la idea de pasar una larga tarde de lunes debatiendo con multitudes de extraños.
Otros deben hacer frente a desafíos logísticos presentados por el clima gélido, las obligaciones laborales o la necesidad de cuidar a sus hijos.
Los detractores han criticado el estatus de Iowa, argumentando que un estado con una población tan pequeña y cuya demografía es mucho más blanca que el promedio, no debería ocupar una posición tan influyente.
En 2020, el sistema estuvo a punto de colapsar entre los demócratas, cuando una nueva aplicación móvil destinada a ofrecer más transparencia y velocidad en el conteo de votos, falló y solo permitió recuentos parciales.
Los resultados finales se retrasaron tres días y el presidente del Partido Demócrata del estado finalmente renunció.
4. ¿Cómo funcionará en el ciclo del 2024?
Los caucus de Iowa, que habitualmente se celebran en febrero, en 2024 tienen lugar bastante antes, el 15 de enero.
Los demócratas están llevando a cabo sus operaciones en el estado de manera ligeramente diferente a otros años: los miembros del partido se reunirán, como siempre, el día del caucus para discutir sobre candidatos y otros asuntos, pero ahora indicarán su preferencia por correo antes del 5 de marzo.
Y esta vez hay muchos menos demócratas postulándose en el estado, ya que parece probable que el presidente Joe Biden consiga la nominación del partido.
En el lado republicano, los votantes elegirán entre varios candidatos, aunque en los sondeos el expresidente Donald Trump está muy por delante de sus rivales.
5. ¿Quiénes son los candidatos republicanos?
En total, son cinco los aspirantes republicanos. El expresidente estadounidense Donald Trump es el favorito para llevarse este lunes los caucus de Iowa y también la nominación del Partido Republicano para ser su candidato a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
Iowa pondrá a prueba esa popularidad entre la base y definirá si las primarias republicanas serán el paseo triunfal que muchos pronostican para Trump o si alguno de sus rivales en esta contienda logra hacerle sombra.
Y es que Trump tiene delante a cuatro rivales a los que debe derrotar primero.
En primer lugar, está Ron DeSantis, el gobernador de Florida desde 2019, quien fue durante algunos meses el favorito para convertirse en el candidato republicano, sobre todo justo después del asalto de los seguidores de Trump al Capitolio en enero de 2021.
Trump salía derrotado y como una especie de paria político y DeSantis aprovechó el momento para surgir como la renovación del ‘trumpismo’ sin el expresidente. Pero Trump reapareció con toda la artillería y a DeSantis le ha resultado difícil maniobrar en ese escenario.
El gobernador de Florida, de 45 años, es quizá quien más se juega en Iowa. Un mal resultado, como por ejemplo ni siquiera quedar segundo, pondría en jaque su campaña este mismo lunes. La gobernadora de Iowa, la republicana Kim Reynolds, ha apoyado la candidatura de DeSantis y ha pronosticado que si Trump no llega al 50 % todavía hay partido.
Por otro lado, está Nikki Haley, la única mujer en la contienda, quien fue gobernadora de Carolina del Sur (2011-2017) y embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas durante el Gobierno de Trump (2017-2018), pero dejó el cargo a mitad de mandato para distanciarse del expresidente.
Haley, de 51 años, se ha erigido como la candidata de los pocos republicanos que se atreven a decir que no quieren ver a Trump ni en pintura y también de los grandes donantes de Wall Street, lo que la sitúa cerca de lo que en Estados Unidos se conoce como ‘establishment’.
En Iowa solo necesita confirmar su tendencia al alza para llegar a Nuevo Hampshire, el segundo estado llamado a las urnas (23 de enero), en condiciones de ganar. Ha recibido el apoyo del popular gobernador de Nuevo Hampshire, Chris Sununu, y los sondeos cada vez reflejan mayor igualdad con Trump.
El otro nombre en la contienda es Vivek Ramaswamy. Multimillonario, hecho a sí mismo y azote del pensamiento ‘woke’, Ramaswamy, hijo de inmigrantes de la India de 38 años, es el más alternativo de los candidatos republicanos que aspiran a la Presidencia.
Ha sido el que más se ha distinguido en los debates republicanos (en los que Trump no ha participado), no por su elocuencia u oratoria, sino por su agresividad con sus rivales, sobre todo con Haley, que llegó a perder los nervios y llamarle “escoria” en uno de esos intercambios.
Es el favorito en ciertos ambientes de derecha por oponerse a las iniciativas de progreso político, social y medioambiental. En los caucus de Iowa se verá si el electorado republicano se lo toma o no en serio.
La baraja cierra con Asa Hutchinson. Con una dilatada carrera política con responsabilidades ejecutivas durante el Gobierno de George W. Bush (2001-2009) y que culminó como gobernador de Arkansas (2015-2023), Hutchinson, de 73 años, es uno de los pocos republicanos que ha criticado abiertamente a Trump y ha dicho que debería retirarse de la contienda.
Las encuestas le han dado la espalda a Hutchinson, que esta semana dijo que evaluará la viabilidad de su campaña cuando se conozcan los resultados de Iowa.