¿Qué pasa con las comunicaciones en el Gobierno de Gustavo Petro? Análisis.
La salida en falso del senador Gustavo Bolívar, uno de los líderes del Pacto Histórico más cercanos al presidente Gustavo Petro, sobre la destitución de la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Concepción Baracaldo —en medio de la controversia nacional por su gestión al frente de la entidad—, pone sobre la mesa las dificultades del Gobierno nacional y sus alfiles para transmitir sus mensajes.
En el ambiente político gravita otra paradoja: la descabezada de Baracaldo anunciada por Bolívar se hizo un breve tiempo después de que el expresidente Álvaro Uribe Vélez saliera en defensa de ella y de la primera dama Verónica Alcocer.
Baracaldo está siendo escrutada por dos razones distintas. Una, por la muerte de una veintena de niños wayuus en La Guajira, que lamentó el propio presidente Petro, y que puso en la agenda pública la duda de si ella realmente tiene las capacidades para una entidad con semejante responsabilidad.
La otra pasa por los comentarios que apuntan a que ella llegó al cargo porque es amiga personal de la primera dama. Con semejante contexto, lo que se esperaba era que el Gobierno respondiera con un vocero que despejara cualquier duda.
Por el contrario, fue la propia Baracaldo quien en Caracol Radio dijo: “Yo estaba tranquila en mi casa, estoy pensionada, y me dijeron: ‘¿Quieres venir a colaborarme en el Instituto y trabajar?’. Y yo dije: ‘Sí, bueno, tengo que pensarlo un día’. Y me dijeron: ‘Tienes un día para pensarlo’ ”. Al preguntársele quién la llamó, respondió: “Verónica. Nos conocemos. Somos vecinas. Hace mucho tiempo que yo la conozco a ella”.
La oposición y también parte de la coalición del Gobierno mostraron de inmediato su enfado. Pidieron su salida del cargo. La supuesta destitución fue adelantada por Bolívar en un trino en el que, además, dijo que se había nombrado a Jorge Rojas, exjefe de Integración Social de la Bogotá Humana y “él sí es conocedor del sector”.
Varias personas que han trabajado por la protección de las niñas, niños y adolescentes celebraron. En instantes, la Casa de Nariño lo desmintió y Bolívar pidió excusas.
El caso se produjo casi en simultáneo con lo que pasó con un miembro del Gobierno en Blu Radio. Iván Velásquez, ministro de Defensa, se enredó como vocero para el tema de la compra de los aviones para la FAC. De sus confusas respuestas, se entendió que ahora Colombia no solo tendría la más moderna flota de aviones de combate, sino que, de ñapa, poseería tres satélites.
Mientras esto ocurría, en las redes sociales los miembros de la coalición de Gobierno y hasta los propios hijos del presidente Petro controvertían por la compra de aviones sin que hubiera precisión de las características del negocio.
La situación hizo recordar la famosa frase del expresidente Uribe Vélez cuando se refirió a la entrevista al diario económico La República, por parte de Juan Carlos Vélez, excandidato a la alcaldía de Medellín y gerente de la Campaña por el No en el plebiscito: “Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones”.
Vélez había dicho que la estrategia para derrotar al Sí fue sencilla: “Buscamos que la gente saliera a votar verraca”.
La manera de comunicar del Gobierno es errática, dicen los expertos
La situación, aunque distinta, muestra las contradicciones cada vez más frecuentes en todas las áreas del ahora gobernante Pacto Histórico.
“La manera de comunicar de este gobierno es errática”, dice Juan Gabriel Gómez, profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional, Iepri.
La coalición que preside Petro tiene dos problemas, dice el docente: “Uno, no atreverse a cuestionar a su líder, quien parece no creer en planes y políticas graduales sino en su propia voluntad y buenas intenciones, así como en la correspondencia entre esta y lo que quiere la mayoría del país; y, dos, pelear entre sí para ganar más clientela pues haber llegado en lista cerrada no ha resuelto los problemas de acción colectiva”.
Nadia Pérez Guevara, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, (IEP, UNAB) cree, por su parte, que una de las grandes fallas de de este gobierno tiene que ver con su estrategia de comunicación.
Para la docente es un asunto que los académicos habían detectado desde la campaña y que ahora continúa durante el gobierno. “Son varios los casos como por ejemplo los de la transición energética de la ministra de Minas o del Servicio Exterior”. Para ella, lo delicado es que no solo es un apartado, sino una falencia general. “Se trata de una serie de anuncios que generan unas expectativas, pero que, en términos pragmáticos o que cuando vamos a observar las decisiones tomadas, poco tienen que ver con lo enunciado”, argumenta.
Un problema que alcanza a todo el Pacto Histórico
Para Pérez, las dudas de comunicación no solo vienen de la Casa de Nariño, sino de la bancada del Pacto Histórico en general.
Según la experta, no solo se trata del caso del ICBF. Son muchos más en los que congresistas como Bolívar se toman la vocería. “Gustavo Bolívar sale a dar explicaciones cuando estas las tiene que dar el Ejecutivo, las tiene que dar el Gobierno. Esto pasa precisamente por ese desorden, entre comillas, que existe en la actualidad”.
“Yo creo que este Gobierno ha tenido muchos problemas para articular un solo discurso y, sobre todo, para tramitar internamente las diferencias entre criterios de sus miembros, tanto dentro del Ejecutivo como, y principalmente, dentro de la bancada del Pacto Histórico”, dice Daniela Garzón, politóloga e investigadora de la Fundación Paz y Reconciliación.
“Es muy notorio que el presidente Petro a veces sigue considerándose a sí mismo como un foco de opinión de la oposición y no como presidente. Por ello, entra en discusiones y da opiniones polémicas que no corresponden con la diplomacia que uno espera de un mandatario”, explica Garzón.
“También creo que, en algunos temas, como la designación de Concha Baracaldo como directora del ICBF, Petro no ha asumido que la responsabilidad política es exclusivamente de él. Creo que muchos funcionarios aparte no han entendido que es necesario cuidar lo que les dicen a los medios. Hace falta aún un liderazgo como el de Roy Barreras en el Congreso en materia comunicacional para que estas contradicciones que hoy vemos en tantos temas no se repitan, también que los funcionarios de Gobierno sean claros en la defensa de los derechos democráticos y no en particulares si son amigos o no del presidente”, dice Garzón.
Mientras tanto, el analista Pedro Viveros considera que lo que ahora se está viendo corresponde a “la táctica de comunicaciones centralizada en el Twitter de los presidentes”.
Para Viveros, “lo que les queda a los funcionarios, seguidores y opinión pública es traducir lo que quiere el presidente. Lo que logran los mandatarios de este estilo es ambientar una conversación política permanente donde el centro de gravedad es la figura de los jefes de Estado y no sus gobiernos. El riesgo es que la memoria diaria de las propuestas y sus consecuencias se pierde por la presencia constante y poderosa del presidente Petro”.
Sergio Fajardo dice que Petro necesita todos los focos
La afirmación de Viveros va en línea con lo dicho por Sergio Fajardo, quien compitó y perdió con Petro en las elecciones, en una entrevista con la periodista María Isabel Rueda: “Es un presidente que todos los días está generando noticias de todo tipo, y creo que eso hace parte del manual populista. Él maneja la agenda del país. Todos hablan de lo que él dice o no dice. Entonces, necesita los focos todos en ÉL, en mayúscula. Alrededor de ÉL no va a brillar nadie, la excepción ha sido por el momento el ministro José Antonio Ocampo, pero de resto va a brillar ÉL y solo ÉL. Y la manera como va conduciendo es ir generando hechos políticos de manera tal que todos tienen que estar hablando de Petro todos los días, a todas las horas”.
“¿Y eso es bueno o es malo?”, le preguntó la periodista. “Eso es parte del manual populista, con esa figura mesiánica que lo tiene todo, que lo conduce todo y que es la razón de todo”, le respondió él.
Álvaro Duque Soto, PhD. en Ciencia Política de la Universidad de Turín (Italia), docente e investigador de temas de comunicación política, periodismo y educación en el Politécnico Grancolombiano, dice en un artículo titulado ‘La comunicación de Petro: lo que más necesita un “cambio” ‘ y publicado en el portal Razón Pública: “El presidente Petro ha utilizado hasta ahora un estilo manierista y lleno de simbolismos, que lo diferencia marcadamente de sus antecesores. Pero en su comunicación hay varios elementos que no acaban de cuajar”.
Esto, en buena medida, es una consecuencia de la dificultad de pasar de la comunicación electoral (antagónica) a la comunicación gubernamental (consensual) y de cambios en el escenario que plantean nuevos desafíos a la comunicación del Gobierno. También se debe a lo complicado que es construir un libreto de gobierno cuando la mayor parte de la vida política de Petro se ha dado en la oposición. Y hay otra cruda realidad: no es lo mismo ser el director de una orquesta que debe ejecutar una partitura todavía en ciernes, que estar sentado en las sillas de la tribuna criticando y prometiendo cambios.
“Después de varios incidentes de versiones encontradas e información que toca corregir, da a entender que el problema de comunicación es interno“, dice el analista político Andrés Segura.
“No hay coordinación en las explicaciones que se le da al público, ni protocolos claros de quien debe asumir los temas ante la opinión pública. En situaciones como estas, estos vacíos normalmente los llenan terceros actores que posicionan agendas y versiones, lo que reduce aún más el margen de maniobra de los gobiernos”, concluye el experto.