Una madre y sus tres hijos fueron rescatados por la Armada de Colombia luego de que deambularan perdidos durante 34 días en las inclementes selvas de la amazonía.
Según el testimonio de la mujer, la familia se alimentaba con frutos silvestres mientras buscaban la oportunidad de encontrar quién los rescatara.
María Oliva Pérez, la madre de 40 años, había sido reportada como desaparecida el 19 de diciembre de 2019, junto con sus tres hijos menores de edad de 14, 12 y 10 años.
La hipótesis de los familiares y vecinos apuntaba a que la mujer estaba de vacaciones en la Amazonía y visitaban un lugar poco frecuentado por turistas, e incluso nativos.
Lo cierto es que, aunque la mujer dijo que sí había ido voluntariamente a esta remota zona selvática, lo hizo para visitar a su esposo, pero cuando emprendió el viaje de regreso se perdió con sus pequeños hijos.
María Oliva indicó que el día que emprendió el viaje, la lluvia se desató y tuvieron que dormir en la selva, resguardándose del aguacero.
Durante ese tiempo, el padre de familia se enteró de que su esposa e hijos no habían llegado a casa y buscó ayuda con las autoridades.
Sería un milagroso mensaje en redes el que le daría aliento al hombre.
Una comunidad indígena del Perú escribió en Facebook que había encontrado a cuatro personas desconocidas en sus territorios. El mensaje estaba acompañado de una imagen de la familia acostada en el suelo, con laceraciones en la piel y muy delgados.
Tras el aviso en redes sociales, el padre llamó a la Armada Nacional, que en coordinación con la Marina de Guerra del Perú, desplegaron el operativo de rescate.
El operativo se movilizó por el río Putumayo hasta encontrar la ribereña La Esperanza, territorio peruano, en donde hallaron a la madre.
Una vez en el hospital, personal médico de la clínica María Angelines de Puerto Leguízamo dijo que las personas llegaron con deshidratación, desnutrición, hongos y laceraciones en los pies.
Los niños presentan complicaciones más severas, debido a que fueron picados por algunas especies de moscas que depositan sus huevos en la piel, lo que les produce brotes de larvas (gusanos). Testigos afirman que a una de las niñas le tuvieron que sacar estos insectos, del tamaño de una moneda, de la cabeza.
Este lunes 30 de enero la familia fue trasladada a un hospital de mayor complejidad en Pasto en donde se recuperan satisfactoriamente.