Simulacro de evacuación en Bogotá: lo que debe saber de esta doble jornada.
Este miércoles se realizará la edición número 15 del Simulacro Distrital de Evacuación, liderado por el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger). Se espera que más de 4 millones de personas atiendan este llamado.
El evento, que ha sido establecido por el Acuerdo 341 de 2008, será dividido en dos jornadas: una diurna, agendada para las 10 a. m., y otra nocturna, que se realizará a las 9 p. m.
En 15 años, este es el primer simulacro de la ciudad que contará con una jornada nocturna debido a los recientes fenómenos sísmicos que se han reportado a altas horas de la noche y que han afectado a los bogotanos.
Para la simulación de la mañana se espera la participación de colegios públicos y privados, entidades distritales y organizaciones en general; para la de la noche, colegios, empresas e industrias con jornada nocturna.
Según la Alcaldía, la comunidad de zonas residenciales está convocada a participar en ambas actividades.
Para esta ocasión, el Idiger y otros organismos distritales contarán con brigadistas y los más de 35 Comités de Ayuda Mutua (CAM) que existen en la ciudad acompañarán la actividad.
Estos comités están capacitados para gestionar temas relativos a seguridad física, emergencias y riesgos, y facilitarán el trabajo de las brigadas de emergencia.
Los interesados pueden hacer parte de la actividad inscribiéndose en la página web del Idiger. Allí, deberá reportar qué tipo de participante es, las características del grupo familiar, su dirección de residencia o lugar de trabajo y sus contactos de emergencia. La entidad le expedirá un certificado.
Recomendaciones:
En torno a este evento, el Distrito recomienda seguir una serie de elementos para estar preparado frente a cualquier emergencia, tales como un kit especializado para estos fenómenos, dinero y sustancias de desinfección, que también deberán llevarse en el simulacro.
Entre los implementos más importantes que debe incluir el kit están:
– medicamentos
– gafas de seguridad
– tapabocas
– botiquín de seguridad tipo A
– una copia de llaves de la casa y lugares de recurrencia frecuente
– una cobija liviana
– guantes
– impermeables
– agua
– alimentos no perecederos
– pitos
– linternas
– una radio con baterías de repuesto
– cinta adhesiva
– navajas
– cuerdas resistentes
Se estima que el kit debe durar como mínimo 72 horas posteriores a la emergencia. Adicionalmente, se recomienda tener un morral que incluya una muda de ropa completa, elementos de aseo personal y una copia de sus documentos (físicas y digitales).
Tanto el morral como el kit de deben ubicarse en un lugar de fácil acceso y, preferiblemente, cerca de las salidas de emergencia de su lugar de trabajo o vivienda.
Este protocolo de evacuación se realiza anualmente con el objetivo de fortalecer la capacidad de preparación y respuesta de los bogotanos frente a una emergencia de este tipo.
Adicionalmente, se espera que los participantes de esta jornada desarrollen ejercicios de evacuación segura que fomenten dinámicas de autoprotección, identificando puntos de encuentro y salidas seguras en sus trabajos y hogares.
A través de estas acciones, el Distrito le apuesta a reducir las afectaciones en infraestructura, patrimonio y medioambiente de la ciudad, así como a evitar muertes y heridos en caso de una emergencia sísmica.
Por su situación geográfica, en Colombia se pueden presentar hasta 2.500 sismos al mes, pues bajo las regiones Andina, Pacífico, Caribe y Orinoquia del territorio se concentran importantes sistemas de fallas activas: unas zonas de fractura entre la corteza terrestre que son generadoras de sismos.
Según datos del Servicio Geológico Colombiano, aunque Bogotá nunca ha sido el epicentro de un sismo, sí es susceptible a los fuertes movimientos tectónicos que ocurran en los municipios cercanos
Aunque no se puede predecir cuándo ni dónde habrá un sismo, solo se debe recurrir a la historia de la ciudad para ser consciente de que esta urbe puede sufrir grandes eventos telúricos, como el del 31 de agosto de 1917, que con una magnitud aproximada de más de 6,7 grados en escala Richter se convirtió en el más destructivo de la historia de Bogotá y la región central del país.